De raíces antiguas, pero vigorosa, la comunalidad ha sido la manera en que los pueblos de la Sierra Norte de Juárez en Oaxaca han ejercido su autonomía: Capulálpam es uno de ellos. Con su gesto zapoteco, la comunidad mira el futuro desde sus bosques, los respira profundo, se escucha y dialoga, se refresca en sus ríos, sonríe en las fiestas y celebra la vida.

Su autonomía se sustenta en la asamblea, como herramienta de trabajo y organización. Los cargos nombrados por la asamblea son honoríficos. En colectivo se deciden las obras a realizar y muchas de ellas se apoyan con la fuerza comunitaria del trabajo llamado Tequio. Estas prácticas ancestrales, fueron reconocidas en 1995 en Oaxaca y hoy gobiernan 417 de los 570 municipios que existen en el estado.

Un elemento clave en la vida del gobierno comunitario en Capulálpam es el Consejo de Caracterizados. Instancia que asesora a las autoridades comunales y municipales. Congrega la experiencia de las personas que ya han tenido cargos relevantes y también incorpora a jóvenes que tienen perfiles profesionales. Se convierten en un filtro de análisis que facilita la toma de decisiones en la asamblea.

Sí a las empresas comunales
El ímpetu comunal capulalpense, hermanado con los pueblos serranos, paró la concesión que explotaba sus bosques a principios de los años 80. Desde entonces los recuperó, implementó su modelo forestal sostenible y fundó su empresa comunal. Así cuida su territorio y conservar el medio ambiente.

En esa ruta creó tres empresas comunales más: de materiales pétreos, de ecoturismo y la envasadora de agua. Generan empleos que llaman “amigables con el medio ambiente” y promueven la economía local. Los beneficios que se obtienen se destinan a obras sociales, educación, salud, cultura y por supuesto a las fiestas.

En Oaxaca los promedios de marginación y rezago social son muy altos. En cambio, las estadísticas oficiales los reportan como muy bajos en Capulálpam. Ese bienestar, afirman los pobladores, es resultado del esfuerzo colectivo.

No a la industria extractiva
Capulálpam es una de las zonas más antiguas de explotación minera en Oaxaca; supera dos siglos de existencia. En1995, la actividad disminuyó notablemente y la empresa despidió a sus trabajadores. Se dieron cuenta que la extracción de minerales no dejó beneficios para la comunidad y sí contaminó sus ríos.

Desde el año 2002 la minera canadiense Continuum Resources Ltd fue acaparando las concesiones mineras existentes en la Sierra Norte de Oaxaca y presentó en el 2005 a la asamblea de Capulálpam el plan de explotación a cielo abierto en una zona de conservación. Ante esa amenaza la respuesta comunal fue iniciar una batalla legal en contra de las empresas mineras, pero también contra el Estado mexicano que se ha puesto de su parte. En 2005, la asamblea de Capulálpam se declaró Territorio Libre de Minería.

Los desafíos que encuentra esta vida comunitaria tienen en su brazo educativo, la Universidad Autónoma Comunal de Oaxaca, una herramienta valiosa que propicia el intercambio de saberes con otras comunidades y tienden lazos de solidaridad.

En Capulálpam se escucha decir “vamos por buen camino”. También de la necesidad de reconocer el trabajo de las mujeres y propiciar su participación en más cargos. Además de la necesidad de involucrar a la juventud en las prácticas comunales. Todo ello para continuar andando en comunalidad: el rostro de su autonomía.